Friday, March 11
THAT MINUTE YOU CANNOT MISS
Mark 1:35-39
Very early in the morning, while it was still dark, Jesus got up, left the house and went to a solitary place where he prayed. (NIV)
Mark 1:35
In our community there exists the tradition of celebrating daily devotions. It is a time of just a few minutes that we dedicate to prayer and meditation before beginning our daily labors. One or another song also encourages us to begin the day. However, on occasions I realize we ignore this community time alluding that we have already done our personal devotion or that there is not much time for everything that we must do in the day. Fortunately, we realize our daily encounter with God is a necessity, and then we resume the rhythm.
As hectic as our life may be, we should never violate those minutes of our encounter with the Lord, and if we do so in community so much the better. Either when we get up or before going to rest, meet with your family, with a neighbor, with one of your sisters or brothers from church to live that minute of prayer and meditation with the God of life.
Jesus left very early in the morning to meet with God in prayer, before beginning to preach. Don’t leave it just for Sundays. Although it may be brief, reserve a time each day to feed your faith. Without doubt, the result will be a fruitful day and blessed by God!
Prayer: Our God, may we be conscious of the necessity of finding you insincere communion before undertaking any action in the day. Amen.
Translation by John Walter
Marzo 11, viernes
ESE MINUTO QUE NO PUEDE FALTAR
Marcos 1:35-39
Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.
Marcos 1:35
En nuestra comunidad existe la tradición de celebrar devocionales diarios. Es un tiempo de escasos minutos que dedicamos a la oración y la meditación antes de comenzar nuestras labores cotidianas. También algún que otro canto nos anima a comenzar el día. Sin embargo, reconozco que en ocasiones afectamos este tiempo comunitario aludiendo que ya hicimos nuestro devocional personal o que no hay mucho tiempo para todo lo que debemos hacer en el día. Afortunadamente nuestro encuentro con Dios diario es una necesidad y luego retomamos el ritmo.
Por muy agitada que sea nuestra vida, nunca debemos violar esos minutos de encuentro con el Señor, y si lo vivimos en comunidad mucho mejor. Ya sea al levantarnos o antes de ir al descanso, reúnase con su familia, con algún vecino, con alguno de sus hermanas o hermanos de la iglesia, para vivir ese minuto de oración y meditación junto al Dios de la vida.
Jesús salió muy de madrugada a encontrarse con Dios en oración, antes de comenzar a predicar. No lo deje sólo para el domingo, cada día reserve aunque sea un pequeño tiempo para alimentar su fe. ¡Sin dudas, el resultado será un día fructífero y bendecido por Dios!
Oración: Dios nuestro, permite que seamos conscientes de la necesidad de encontrarnos contigo en comunión sincera, antes de acometer cualquier acción en el día. Amén.
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