Thursday, September 19
RETAIN THE COUNSEL
OF GOD
EZRA 8:21-22
I teach you the path of wisdom,
I lead you in straight courses.
Proverbs 4:11 (CEB)
Ezra
was a man of action. All that we know of his acts is that they were routed to
glorify God. The task that he was assigned
was reckless. He had asked the king if
he would permit him to return to Jerusalem with those of the Hebrew people who
wanted to follow him, with the goal of reconstructing the temple of God. The task was not easy. It meant the sacrifice
of leaving behind everything to enroll himself into a momentous adventure. The remainder was huge and only the bravest
would accept it.
To
begin the long-awaited return, Ezra stopped the march. It was necessary to count first on the presence
of God. He knew the responsibility and
the risks were many and that only God could complete this task with
success. His words were these: And I
posted a fast…to afflict us before our God, to ask of God a straight path for
us and for our children and for all our household. He was sure that the way the Lord had always guided
and helped his people, he would do the same with them. We find the confirmation of God’s care in
verse 32 when he says: and we arrived
at Jerusalem. God speaks to us
clearly in his Word that all that we put in his hands always will be a happy
ending and gives us the certainty that his hand is for the good of all those
who seek Him.
Prayer: O God, route our lives in such a way that our
goals are your goals and our will is your will. Through Jesus Christ our Lord, Amen.
Translation by Deborah
McEachran
RETENED EL CONSEJO DE DIOS
ESDRAS 8:21-22
Por el camino de la
sabiduría te he encaminado,
y por veredas derechas te he
hecho andar
Proverbios 4:11
Esdras fue un hombre de acción. Todo lo que conocemos
de sus hechos es que estuvieron encaminados a glorificar a Dios. La tarea que
se propuso realizar era temeraria. Había solicitado del rey que le permitiera
regresar a Jerusalén junto con aquellos del pueblo hebreo que desearan
seguirle, con el fin de reconstruir el templo de Dios. La tarea no era nada
fácil. Implicaba el sacrificio de dejarlo todo para enrolarse en una aventura
trascendental. El resto era grande y sólo los más valientes lo aceptaron.
Al iniciar el ansiado retorno, Esdras detuvo la
marcha. Era necesario contar con la presencia de Dios. Sabía que la
responsabilidad y riesgos eran muchos y que solamente Dios sería capaz de culminar
aquella obra con éxito. Sus palabras fueron estas: Y publiqué ayuno… para
afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de Él camino derecho para
nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda. Estaba
seguro de que, así como el Señor había guiado y ayudado a su pueblo, así haría
con ellos. La confirmación del cuidado de Dios la encontramos en las palabras
contenidas en el versículo 32 cuando dice:
y llegamos a Jerusalén. Dios nos habla claramente en su Palabra
de que todo lo que ponemos en sus manos siempre tendrá una feliz culminación, y
nos da la certidumbre de que su mano es para bien sobre todos los que le
buscan.
Oración: Oh Dios, encamina nuestras vidas de tal forma que nuestros propósitos
sean tus propósitos y nuestra voluntad tu voluntad. Por Jesucristo
nuestro Señor, amén.
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