Saturday,
September 28
TO WHOM SHALL WE GO?
JOHN 6: 60-69
Simon Peter answered him: “Lord, to whom shall we go?
You have the words of eternal life.
John
6:68 (NIV)
Peter’s
words in response to Jesus’ question are very significant. Jesus had performed
the miracle of the loaves and fishes, and was then speaking about the bread of
life; in other words, spiritual food, which is more important than any other.
Peter’s
mind had carefully noted every one of Jesus’ words, and when he analyzed them
in the light of his own experience, there was no alternative for him or the
other disciples but to continue to follow the Lord. After walking on many
roads, and after many experiences, he understood that only Jesus could satisfy
his spiritual thirst. He had considered everything, and only retained the good
part.
Jesus’ words
are still valid for us today. We listen to them with the same force and
authority that they came from the Master’s lips. Do you want to go, too?
He expects from us a sincere and decisive answer, like Peter’s, speaking on
behalf of all the disciples, who knew to respond: Lord, to whom shall we go?
You have the words of eternal life.
Prayer: Blessed Lord, my soul
thirsts for you, the living God. Pardon the times I have not walked in your way
and not done your will. Help me always to have you in my heart as the most
precious gift of all my life. Amen.
Translation
by George Meek
¿A QUIÉN IREMOS?
JUAN 6: 60-69
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos?
Tú tienes palabras de vida eterna.
Juan 6:68
Las palabras pronunciadas por Pedro como respuesta a la pregunta de Jesús
son muy significativas. Jesús había operado el milagro de los panes y los peces
y hablaba a continuación del pan de la vida; es decir, del alimento espiritual,
más importante aún que cualquier otro.
En la mente de Pedro se habían clavado cada una de las palabras de Jesús, y
al analizarlas a la luz de su propia experiencia, no quedaba para él, como para
los demás discípulos, otro camino que permanecer en el Señor. Después de haber
andado por muchos caminos, y haber tenido múltiples experiencias, comprendía que solamente Jesús podía
satisfacer su sed espiritual. Lo había examinado todo, solo retenía lo bueno.
Las palabras de Jesús siguen vigentes para nosotros en el día de hoy. Las
escuchamos con la misma fuerza y saturadas de la misma autoridad con que ellas
salieron de los labios del Maestro. ¿Queréis vosotros iros también? Él
espera de nosotros una respuesta sincera y decisiva, como la de Pedro, quien,
hablando por boca de todos los discípulos, supo contestar: Señor, ¿A
quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Oración: Bendito Señor, mi alma tiene sed de ti, del Dios vivo.
Perdona las veces que no he andado en tus caminos y que no he hecho tu
voluntad. Ayúdame para que siempre pueda tenerte en mi corazón como el don más
preciado de toda mi vida. Amén.
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