November 18
LIVING A TRIAL WITH JESUS
Luke 22:24-30
You are those who have stood by me in my trials.
Luke 22:28 (NIV)
These were the comforting and grace-filled words Jesus spoke to his disciples the night before he was betrayed. He is now at the right hand of the Father and desires to accompany his own in their trials.
When we go through trials, do we turn to Jesus? He makes our trials his own, so that we can go through them with him. Let us not experience the trial as something external, as if a downpour were falling on us. Let us associate the Lord with our situation. He invites us to bear it with Him, trusting in Him. Often, we feel tired, frustrated or overwhelmed by a vague discomfort. Let us not try to struggle alone with our difficulties, let us turn to Jesus and tell him everything so that he can teach us and encourage us. He will give us wisdom
If in the midst of pain we close in on ourselves, we will have no strength and the enemy will win the battle. On the other hand, if we live our trials together with Jesus, we will find that they have been a way to lead us to discover the love of the Lord in a new way.
Prayer: Lord, help us to understand that we can learn as much from sadness as from laughter. Amen.
Translation by Pat Metcalf
Noviembre 18
VIVIR UNA PRUEBA JUNTO A JESUS
Lucas 22:24-30
Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas
Lucas 22:28
Estas fueron las palabras reconfortantes y llenas de gracia que Jesús dijo a sus discípulos la noche antes que fue traicionado. Él está ahora a la diestra del Padre y desea acompañar a los suyos en las pruebas.
Cuando pasamos por pruebas, ¿nos volvemos a Jesús? Él hace suyas nuestras pruebas, de modo que podemos atravesarlas con Él. No vivamos la prueba como algo externo, como si un aguacero nos cayese encima. Asociemos al Señor con nuestra situación. Él nos invita a soportarla junto a Él, confiados en Él. A menudo nos sentimos cansados, frustrados o agobiados por un malestar impreciso. No tratemos de luchar solos con nuestras dificultades, dirijámonos a Jesús y contémosle todo para que nos enseñe y nos anime. Él nos dará la sabiduría.
Si en medio del dolor nos encerramos en nosotros mismos, no tendremos ninguna fuerza y el enemigo ganará la batalla. En cambio, si vivimos nuestras pruebas junto a Jesús, experimentaremos que éstas han sido un camino para llevarnos a descubrir el amor del Señor de una manera nueva.
Oración: Señor, ayúdanos a comprender que podemos aprender tanto de la tristeza como de la risa. Amén.
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