JANUARY 8

Anniversary of the Church in Taguasco

ONE DOES NOT LIVE BY BREAD ALONE

Matthew 4:1-4

“It is written, ‘One does not live by bread alone, but by every word that comes from the mouth of God.’”

Matthew 4:4 (NRSV)

If it was God’s will, we could live without bread, just as Jesus did for forty days. But we cannot live without his Word. We were created for that Word, and only by it can we be kept alive. God sustains all things with the power of his Word. Bread is secondary; the Word is the primary cause of our sustenance. He can act without a secondary cause as well as with it, and we do not have to subject Him to a special way of proceeding.

Let’s not place too much desire in what we can see; let’s look to the invisible God. We have heard believers say that in extreme poverty, when bread was scarce, they also lacked appetite; others said that when ordinary provisions failed, the Lord sent them unexpected relief.

But it is necessary to appropriate the Word of the Lord. Only with that can we resist, and there is no other certainty aside from his Word. All the books and all the preachers in the world can’t provide a crumb; only God’s word can sustain the believer.

 

Prayer: Lord, give us this bread always. We appreciate it more than the delights of a royal table.

 

Translation by John Potter

ENERO 8

Aniversario de la Iglesia en Taguasco

NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE

Mateo 4:1- 4

Él respondió y dijo: escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mateo 4:4

Si Dios así lo dispusiera podríamos vivir sin pan, como lo hizo Jesús por cuarenta días. Pero no podríamos vivir sin su Palabra. Por esa Palabra fuimos creados y solamente por ella podemos ser guardados en vida, porque Él sostiene  todas esas cosas con la potencia de su Palabra. El pan es la causa segunda, el Señor es la causa primera de nuestro sostenimiento. Él puede obrar   sin segunda causa tanto como con ella y no tenemos que sujetarle a un modo de proceder.

No tengamos demasiado deseo de lo visible, miremos al Dios invisible. Hemos oído a creyentes decir que en la extremada pobreza, cuando escaseaba el pan, también les faltaba el apetito; y a otros que  cuando las provisiones ordinarias faltaron, el Señor les envió socorro inesperable.

Pero es preciso apropiarnos de la Palabra del Señor. Solamente con ella podemos resistir, y no hay otro asidero cierto fuera de su Palabra. Todos los libros y todos los predicadores en el mundo no pueden proveernos de una sola comida: solamente la Palabra de Dios puede sostener al creyente.

 

Oración: Señor, danos siempre este pan. Lo apreciamos más que los deleites de una mesa regia. Amén.