Thursday, January 26, 2023

JANUARY 26

YOUR PRESENCE WITH ME

Luke 22:47-53

I will remain in the world no longer, but they are still in the world… Holy Father, protect them by the power of your name, the name you gave me, so that they may be one as we are one.

John 17:11 (NIV)

Jesus accompanies us every day wherever we go. It is not a presence like that which a child experiences with his parents, but rather it is a spiritual presence. The head of the body that forms the Church is not within us in a visible form but in a palpable and recognizable form.

We have nothing tangible that demonstrates the truth of our religion except to be united in faith and communion with Christ.

Jesus prayed for his disciples. He asks his Father to keep them so they may be one, to care for them with the power of his name. The good news of the Gospel is that God loves us so much that he will never, and for no reason, lose contact with his children.

As believers, we live in the world. But we are in contact with a reality more profound and truer than that of our daily lives. This does not mean that we have escaped from the world. On the contrary, we are still in it, and we have a particular responsibility, because as Christians we know of God’s love for everyone, and we know his will of salvation through his Son Jesus. For this reason, we are testaments to the presence of God. Let us unite our forces so that the world God wants to save will not be destroyed.

 

Prayer: Thank you Father, because your presence is always with me, because your hand always sustains me. Amen.

 

Translation by Susan Metcalf Smith

 

ENERO 26

SU PRESENCIA  CONMIGO

Lucas 22:47-53

Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí... Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos como tú y yo.

Juan 17:11

Jesús nos acompaña cada día en todos los lugares donde estemos. No es una presencia como aquella que suele experimentar un niño con sus padres, sino que es un acompañamiento espiritual. La cabeza del cuerpo que forma la Iglesia no está entre los suyos de forma visible pero es palpable y reconocible.

No tenemos nada en las manos que demuestre la verdad de nuestra religiĂłn, excepto el estar unidos en la fe y la comuniĂłn en Cristo.

JesĂşs orĂł por sus discĂ­pulos. Pide a su Padre que los guarde para que sean uno, que los cuide con el poder de su nombre. La buena noticia del Evangelio, es que Dios nos ama tanto que nunca y por nada va  a perder el contacto con sus hijos.

Como creyentes, vivimos en el mundo. Pero estamos en contacto con una realidad más profunda y más verdadera que la que constituye la vida cotidiana. No quiere decir que nos hayamos escapado del mundo; al contrario, seguimos en él y tenemos una responsabilidad particular, porque como cristianos conocemos el amor de Dios para con todos y conocemos su voluntad de salvación por su Hijo Jesús. Por eso, seamos testigos de la presencia de Dios. Unamos nuestras fuerzas para que no se destruya el mundo que Dios quiere salvar.

 

Oración: Gracias Padre, porque tu presencia siempre va conmigo. Porque tu mano siempre me sostiene. Amén.

No comments:

Post a Comment