JANUARY 7

HE WILL BE OUR GUIDE FOREVER

Psalm 48

. . .  that this is God, our God forever and ever. He will be our guide forever

Psalm 48:14 (NRSV)

We need a guide. Sometimes, we would give all we have to be told exactly what to do and where to go. We want to do what is right, but we don’t know which of the paths before us to follow. Oh, if only we had a guide! Let’s put ourselves under his sway and we will lose nothing on our way.

The Lord our God offers to serve us as a guide. He knows the way and will guide us forward until we arrive in peace at the end of our journey. Surely we can’t wish for more infallible advice. Let  Him be our guide, and we will find that he is our guide. If we follow his law, we will not lose the right way in life when we first learn to lean on Him for every step we take.

Our consolation is that since God is our God eternally, nothing will keep him from being our guide. He will lead us until we die, and then we will dwell with him forever. This promise of divine direction implies security during life: present salvation, guidance until our last hour, and then eternal blessing. Shouldn’t we seek these blessings in youth, rejoice in them in middle age and rest in them in old age?

 

Prayer: Lord, today let us seek your guidance before we get up to go out into the world. Amen.

 

Translation by John Potter

 

ENERO 7

ÉL NOS GUIARÁ HASTA LA MUERTE

Salmo 48

Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aún más allá de la muerte

Salmo 48:14

Necesitamos un guía. Algunas veces daríamos todo lo que tenemos para que nos dijera exactamente lo que debemos hacer y a dónde dirigirnos. Queremos hacer lo recto, pero no sabemos cuál de los dos caminos tenemos que seguir. ¡Oh, si tuviésemos un guía!

El Señor nuestro Dios nos ofrece servirnos de guía. Él conoce el camino y nos guiará adelante hasta que lleguemos en paz al fin de nuestro viaje. Seguramente no deseamos consejo más infalible. Pongámonos absolutamente bajo su mando y nunca perderemos nuestro camino. Que  Él sea nuestro Dios y encontraremos que Él será nuestro guía. Si seguimos su ley, no perderemos el camino derecho de la vida, cuando primeramente aprendamos a apoyarnos en Él para cada paso que damos.

Nuestro consuelo es que como este Dios es Dios nuestro eternamente, nunca dejará de ser nuestro guía. Hasta la muerte nos conducirá y después moraremos con Él por siempre. Esta promesa de dirección divina implica seguridad durante la vida: salvación presente, dirección hasta nuestra última hora, y después bendición perpetua.

¿No debiéramos buscar estas bendiciones en la juventud, regocijarnos en ellas en la edad madura y reposarnos en ellas en la vejez?

 

Oración: Señor, permite que en este día busquemos tu dirección antes de levantarnos para salir al mundo. Amén.