Friday,
November 2
THE LIFE WE OUGHT TO LIVE
NUMBERS 22:1-20
But Balaam replied to the servants of Balak, AAlthough Balak were to give me his house full of silver and
gold, I could not go beyond the command of the LORD my God, to do less or more.
Numbers 22:18 (NRSV)
In our lives it’s possible that at certain times we can be
tempted by great comfort and well-being, or in holding a position whose power
affects the lives of many. We are in the service of God, but we are never going
to know what we must do to fulfill his will. God’s Word orients us to certain
criteria. God’s presence is stronger than the most powerful and is strength for
the weak, whom God defends, encourages, and leads with his Word, especially in
the most difficult times.
God is an unconditional defender of the vulnerable. There’s
no point in resisting this reality. It’s not possible to negotiate with God’s
will nor to take gain from it. I cannot use God’s will for what might be useful
for my will, nor can I pretend that my will is the will of God. Powerful
people, having great power and wealth, find themselves in situations where they
become helpless. In such cases, there are things that money can’t buy or pay
for. God always thinks about the best for his people. Our lives are in service
to this difference.
Prayer: Father, don’t
let me fall into temptation to what is comfortable and easy. Help me to resist,
for we pray in the name of Jesus Christ. Amen.
Translation
by John Potter
LA VIDA QUE DEBEMOS VIVIR
NUMEROS 22:1-20
Balaam respondió: Aunque
Balac me diera todo el oro y la plata que caben en su palacio, yo no podría
hacer nada, ni grande ni pequeño, que fuera contra las órdenes del Señor mi
Dios
Números 22:18
En nuestra vida es
posible que en algún momento podamos ser tentados con mucha comodidad y
bienestar, con ocupar un cargo cuya función afecte la vida de mucha gente.
Estamos al servicio de Dios, pero nunca vamos a saber qué tenemos que hacer
para cumplir con su voluntad. La Palabra de Dios nos orienta con algunos
criterios. La presencia de Dios es más fuerte que el más poderoso, y es
fortaleza para los débiles a quienes Dios defiende, exhorta y conduce con su
Palabra, especialmente en los momentos más difíciles.
Dios es un defensor
incondicional de los vulnerables. No tiene sentido resistirse a esta realidad.
No se puede negociar con la voluntad de Dios ni lucrar con ella. No puedo usar
la voluntad de Dios para que sea útil a mi voluntad, ni puedo pretender que mi
voluntad sea la voluntad de Dios. Los poderosos, teniendo mucho poder y dinero,
enfrentan situaciones en las que se ven indefensos. En algunos casos, hay cosas
que el dinero no puede comprar ni pagar. Dios siempre piensa en lo mejor para
su pueblo. Nuestra vida está al servicio de esta diferencia.
Oración: No me dejes caer en la
tentación, Padre, de lo cómodo y lo fácil. Ayúdame a resistirla. Por Cristo
Jesús te lo pedimos, amén.
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