Thursday, November 15, 2018

Thursday, November 15 IT TAKES ONLY ONE PROVERBS 16


Thursday, November 15
IT TAKES ONLY ONE
PROVERBS 16
A perverse man stirs up conflict,
And a gossip separates close friends.   (NIV)
Proverbs 16:28

Many years ago, when none of the health controls that are now in place existed in the world, a soldier returned to his native country from abroad; and, without his knowing it, was a carrier of a virus, of a highly contagious illness.  Wherever he went he exposed other people. As a result, that problem became an epidemic, and it took only one man to cause this painful situation.

The spread of any such mortal sickness is like the spread of a spiritual sickness that at times affects the church: the sickness of gossip, and words that do not instruct. It’s common for a happy and well-balanced congregation to be infected after a person introduces gossip into it.  Soon disagreement begins between people who had been working together enthusiastically.  Then the church must spend more time controlling the damage than ministering.  Every one of us should take care not to spread the sickness of gossip and discord, rather, we should use our words to strengthen and encourage one another.

Prayer: Our Lord and God, we ask that love and unity always exist in our church to be a family in Christ. Amen.

Translation by John Walter

SOLO SE NECESITA UNO
PROVERBIOS 16
El hombre perverso, provoca contiendas; 
y el chismoso separa a los mejores amigos
Proverbios 16:28
Hace muchos años, cuando en el mundo no existían los controles de salud que existen en la actualidad, regresó a su país procedente del extranjero, un soldado, que, sin él saberlo, era portador de un virus, de una enfermedad altamente contagiosa. Donde quiera que él iba, exponía a otras personas. Como resultado aquel problema se convirtió en una epidemia. Y solo un hombre bastó para provocar esta penosa situación.

La propagación de cualquier enfermedad mortal es similar a la propagación de una enfermedad espiritual que a veces afecta a las iglesias: la enfermedad del chisme y las palabras que no edifican. Es común que una congregación feliz y bien equilibrada sea infectada después que una persona introduce el chisme en ella. Al poco tiempo, el desacuerdo empieza a correr entre personas que habían estado trabajando juntas con entusiasmo. Entonces la iglesia tiene que pasar más tiempo controlando el daño que ministrando. Cada uno de nosotros debe tener cuidado de no propagar la enfermedad del chisme y la cizaña; más bien, usemos nuestras palabras para fortalecernos y alentarnos unos a otros.

Oración: Señor y Dios nuestro, te suplicamos que en nuestra iglesia siempre exista el amor y la unidad por ser una familia en Cristo. Amén.



No comments:

Post a Comment