December 27, monday
WHAT WILL I GIVE TO THE CHILD?
Matthew 2:7-12
… Then they opened their treasure chests and presented him with gifts of gold, frankincense, and myrrh.
Matthew 2:11b (CEB)
They tell an old legend that very near the grotto that served as a stable for the inn at Bethlehem, there grew a palm tree, an olive tree, a fig tree and a pine tree. When the magi brought their most precious gifts to the baby Jesus, the trees also wanted to offer their treasures.
The Palm Tree said: “I will choose my most beautiful branch.”
“I”—said the Olive Tree, “will sprinkle fragrant oil over his little head.”
“And I”—said the Fig Tree, I will give him the honey from my fruit.”
“What can I give to the child?” asked the Pine Tree, worried.
“You?” exclaimed the others, “You don’t have anything to give him! Your foliage cuts like stabbing needles and your tears are sticky and smell terrible.”
The Pine Tree was very sad, and sighed: “Yes, you are right, I don’t have anything to offer the baby Jesus.”
The Christmas angel heard the conversation and had deep compassion for the pine tree who was so noble and humble. Then the angel lifted his eyes to the starry sky and asked the smallest stars to come and rest in the pine tree’s branches. This the newborn stars did, being placed among the branches forming lighted swarms full of splendor. The pine tree was converted into the Christmas tree.
Prayer: In this Christmas time, may we turn our lives to you, Lord. Renew us and change us into what you have created us for. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Diciembre 27, lunes
¿QUÉ LE DARÉ AL NIÑO?
Mateo 2:7-12
… Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra
Mateo 2:11b
Cuenta una antigua leyenda, que muy cerca de la gruta que servía de establo a la posada de Belén, crecían una palma, un olivo, una higuera y un pino; cuando los magos le trajeron sus dones más preciosos al niño Jesús, también los árboles quisieron ofrecerles sus tesoros.
Dijo la Palma: "Yo escogeré mi gajo más bello".
“Yo -dijo el Olivo, rociaré oleo fragante sobre su cabecita".
“Y yo -dijo la higuera, le tributaré la miel de mis frutos”.
“¿Qué le puedo dar al niño?" –Preguntó el pino, angustiado.
“¿Tú?” clamaron los otros, "¡Tú no tienes nada que darle! Tu follaje lacera como agujas punzantes y tus lágrimas son pegajosas y mal olientes."
El pino se puso muy triste y suspiró: -“Sí, tienen razón, yo no tengo nada que ofrecerle al niño Jesús.”
El ángel de la Navidad oyó la conversación y se compadeció profundamente del pino tan humilde y tan noble. Entonces el ángel alzó los ojos al vasto firmamento estrellado y suplicó a los astros más pequeños que se posaran en las ramas del pino. Así lo hicieron las estrellitas recién nacidas, que se colocaron entre las ramas formando enjambres luminosos y llenos de esplendor. El árbol de la Navidad quedó convertido en un encanto.
Oración: Que en este tiempo de Navidad podamos entregarte nuestras vidas, Señor, para que las renueves y conviertas en aquello para lo que tú las creaste. Amén.
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