Friday, May 13, 2022

May 13

LET’S HEAR GOD’S VOICE

Luke 11:1-10

Ask, and it will be given you

Luke 11:9 (NRSV)

            How many blessings are received by praying! Through prayer we are offered the resources heaven in order to resolve the problems and difficulties of this world.

            We know that prayer is subject to certain rules. They require of us that people live in such a way that there is always a favorable atmosphere for prayer around them. A gratitude toward God for his mercies is required and that it be expressed joyfully. All traces of egotism and anxiety must be eliminated from our hearts. Prayer must be accompanied by faith and love. Above all, a good intention to abide by God’s will is needed.

            Why should we be discouraged by the discipline that prayer requires? It is enough for us to remember how great is the divine grace of the Heavenly Father who always listens and answers the prayers of the humblest of his children. When nations, like individuals, give themselves to prayer, they will surely behold a new heaven and a new earth.

 

Prayer: Eternal God, grant that through prayer our longing spirit may receive light in the shadows, peace in discord, strength in conflicts, pardon in evil and faith in distress. Amen.

 

Translation by John Potter

 

13 de mayo

OIGAMOS LA VOZ DE DIOS

Lucas 11:1-10

...pedid, y se os dará

Lucas 11:9

            ¡Cuántas bendiciones se reciben al orar! Mediante la oración se nos brindan los recursos de los cielos para resolver los problemas y dificultades de este mundo.

            Sabemos que la oración está sujeta a determinadas reglas. Nos demanda que las personas vivan de tal manera que haya siempre en torno de ellas una atmósfera favorable para la plegaria. Requiere  que haya gratitud hacia Dios por sus misericordias y que se le exprese  gozosamente. Hay que eliminar del corazón y de las conversaciones todo vestigio de egoísmo y de ansiedades. La oración tiene que ir acompañada de fe y amor. Ante todo, tendrá que estar presente siempre la buena disposición para acatar la voluntad de Dios.

            ¿Por qué desalentarnos ante la disciplina que la oración impone? Bástenos recordar cuán inmensa es la gracia divina del Padre Celestial, quien siempre escucha y contesta las plegarias del más humilde de sus hijos. Cuando las naciones, como los individuos, se entregan a la oración, contemplarán ciertamente un cielo nuevo y una tierra nueva.

 

Oración: Dios eterno, concédenos que por medio de la oración, nuestro espíritu anhelante reciba la luz en las tinieblas, paz en las discordias, fortaleza en los conflictos, perdón en la maldad y fe en la zozobra. Amén.

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