May 27
CALLED TO ACTION
Revelation 3:1-6; 14-22
Listen! I am standing at the door, knocking;…
Revelation 3:20a (NRSV)
In chapters 2 and 3 of Revelation we find messages to seven churches. For each one there are praises, criticisms and then instructions and promises.
At the church in Sardis some members are recognized for still maintaining their faith, but it is a dead church. They are called to repentance and to revive what continues to correspond with the spirit of love, faith and service. For the church in Laodicea there are no good words. This was a community located in a prosperous city. In contrast to their riches in material things, their spirituality had become totally poor. She (the church) is characterized by inertia, lack of action, and indifference before the challenges that living the gospel implied, she was neither “cold nor hot”.
These texts from Revelation call us to reflection, to review how we are and what we do as a Christian community, called to transform human beings and the society where we live. We should ask ourselves: do we remain lukewarm, without having any effect on the fight against sin and evil? Or, like the church of Sardis, are we dead? Are we a church trapped in the Sunday routine, without major consequences on our environment? How much active commitment do we show as followers of Jesus? Let us respond to these questions with faith and works.
Prayer: Lord, strengthen our faith in such a way that it will be translated into works which transform our reality. Amen.
Translation by Deborah McEachran
27 de mayo
LLAMADOS A LA ACCION
Apocalipsis 3:1-6; 14-22
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo…
Apocalipsis 3:20a
En los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis encontramos mensajes a siete iglesias. A cada una se les señala elogios, críticas y se ofrecen instrucciones y promesas.
A la iglesia de Sardis se le reconoce que todavía algunos miembros mantienen su fe; pero es una iglesia muerta. Los llama al arrepentimiento y a reavivar lo que aún se corresponde con el espíritu de amor, fe y servicio. Para la iglesia de Laodicea no hay elogios. Esta era una comunidad ubicada en una ciudad próspera. En contraste con la riqueza en bienes materiales, su espiritualidad había empobrecido totalmente. Se caracterizaba por la inercia, la falta de acción, la indiferencia ante los retos que implicaba vivir el evangelio, no era ni “fría ni caliente”.
Estos textos del Apocalipsis nos llaman a la reflexión, a revisar cómo somos y qué hacemos como comunidad cristiana, llamada a transformar al ser humano y a la sociedad donde vivimos. Debemos preguntarnos: ¿nos mantenemos tibios, sin causar ningún efecto en la lucha contra el pecado y el mal? O, ¿cómo la iglesia de Sardis estamos muertos? ¿Somos una iglesia atrapada en la rutina de los domingos, sin mayores consecuencias para nuestro entorno? ¿Cuánto de compromiso activo mostramos como seguidores de Jesús? Respondamos a estas interrogantes con fe y obras.
Oración: Señor, fortalece nuestra fe de manera que se traduzca en obras transformadoras de nuestra realidad. Amén.
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