Sunday, October 14, 2018

Sunday, October 14 Anniversary of the IPR in Palos THE REFRESHING DEW OF GOD HOSEA 14:5


Sunday, October 14
Anniversary of the IPR in Palos

THE REFRESHING DEW OF GOD
HOSEA 14:5

He saved us through the washing of rebirth
and renewal by the Holy Spirit.

Titus 3:5

Dew is a source of freshness. It is nature’s provision for renewing the surface of the earth. And without it the vegetation would die. This great value of dew is that which is recognized with great frequency in the Scriptures. It is used as a symbol of spiritual refreshment. Just the same as nature uses the bath of dew, so too does the Lord renew his believers.

Many Christians don’t realize the importance of spiritual dew in their lives, and consequently lack freshness and vigor. Their spirits falter for lack of dew.

While there is heat or wind the dew never collects; the temperature must diminish for it, the wind must cease, and the air needs to reach a certain state of freshness and repose, in other words, of an absolute repose, before it may give its invisible particles of succulence to sprinkle the grass or flower.

In the same way, God’s grace doesn’t come to console the soul of human beings until it has serenely and completely reached the state of repose that it should. The haste and turbulence of the despondent soul will impede feeling the dew of God. Wait before God until you feel saturated with his presence, and afterwards proceed to fulfill your next duty with the new freshness and vigor of Christ.

Prayer: Celestial Father, I give you thanks in this day because I know that I will always have your refreshing dew to calm me from the heat and the hurriedness of daily life. Amen.

 Translation by John Walter


Aniversario de la IPR de Palos

EL ROCÍO REFRESCANTE DE DIOS
OSEAS 14:5

Por medio del lavamiento nos ha hecho nacer de nuevo;
por medio del Espíritu Santo nos ha dado nueva vida
Tito 3:5

El rocío es una fuente de frescura. Es la provisión de la naturaleza para renovar la superficie de la tierra. Y si no fuese por él, moriría la vegetación. Este gran valor del rocío es el que se reconoce con mucha frecuencia en las Escrituras. Se usa como símbolo de refrigerio espiritual. Lo mismo que la naturaleza está bañada de rocío, así también el Señor renueva a los suyos.

Muchos cristianos no se dan cuenta de la importancia del rocío espiritual en sus vidas, y como consecuencia, carecen de frescura y vigor. Sus espíritus desfallecen por falta de rocío.

Mientas hay calor o viento, el rocío nunca se junta. Para ello la temperatura debe disminuir, el viento debe cesar y el aire tiene que llegar a un cierto estado de frescura y reposo, de un reposo absoluto por así decir, antes de que pueda dar sus partículas invisibles de jugosidad para rociar la hierba o la flor. De la misma manera, la gracia de Dios no llega a consolar el alma del ser humano hasta que se ha alcanzado serenamente y por completo el estado de reposo que se debe. La prisa y la turbulencia del alma abatida te impedirán sentir el rocío de Dios. Espera delante de Dios hasta que te sientas saturado con su presencia; y después marcha a cumplir con tu próximo deber con el nuevo frescor y vigor de Cristo.

Oración: Padre celestial, te doy gracias en este día porque sé que siempre tendré tu rocío refrescante para calmarme del calor y de la prisa de la vida cotidiana. Amén.  

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