Tuesday, October 9
REFUGE AND STRENGTH
PSALM 46
God is our refuge and strength… (NIV)
Psalm 46:1
This psalm is an
expression of trust in God amidst trials. The psalmist expresses his security
in God, even in difficult situations, when everything threatens to be
destroyed. Its author employs two terms: refuge
and strength. Both words belong to military vocabulary. Refuge is the place
that serves to hide in, to flee from danger, to feel oneself protected.
Strength also serves as a hiding place, but at the same time serves to defend
oneself, that is, to go on the offensive. Generally, they are extensive and
strong constructions that offer extra help to the combatants, aside from the capacity
of their weapons. There are many believers who seek God, but they do it as
though God were a refuge. God then serves as an amulet against difficulties,
and once the danger is past – as it is in war – they can leave the refuge and
continue their normal lives.
As Christians we
could say that we could approach God as our refuge, but in another sense: only
to recognize our weakness, to recognize we need him, and that we want his help.
But God doesn’t want us to remain passive onlookers, in anticipation of events
without participating in them. God is action and wants us to act as well. He
places us in the middle of the fight, and we should accept the challenge to
confront each situation.
May God be both
things for us: refuge, but also strength.
Prayer: Thank you, Lord, for being my refuge and strength during
tribulations. Amen.
Translation by John
Walter
REFUGIO
Y FORTALEZA
SALMO
46
Dios
es nuestro refugio y nuestra fortaleza
Salmo
46:1
Este
salmo es una expresión de confianza en Dios en medio de la prueba. El salmista
expresa su seguridad en Dios, aun en situaciones difíciles, cuando todo amenaza
con ser destruido.
Su
autor usa dos términos: refugio y fortaleza. Ambas palabras pertenecen
al vocabulario militar. El refugio es el sitio que sirve para esconderse, para
huir del peligro, para sentirse protegido. La fortaleza sirve también como
escondite, pero a la vez sirve para defenderse, es decir, para ir a la
ofensiva. Por lo general son construcciones grandes y muy fuertes, que ofrecen
a los combatientes un apoyo más, aparte de la capacidad de sus armas. Hay
muchos creyentes que buscan a Dios, pero lo hacen como si Dios fuera un
refugio. Dios le sirve de amuleto en contra de las dificultades, y una vez
pasado el peligro, al igual que en la guerra, pueden salir del refugio y seguir
andando en su vida normal. Pudiéramos decir que, como cristianos, podemos
acudir a Dios como nuestro refugio, pero en otro sentido: solamente para
reconocer nuestra debilidad, para reconocer que le necesitamos y que queremos
su ayuda. Pero Dios no quiere que nos quedemos cruzados de brazos, a la
expectativa de los acontecimientos sin participar en ellos. Dios es acción, y
quiere que nosotros también actuemos. Nos coloca en medio de la lucha y debemos
aceptar el reto de ir de frente a cada situación.
Procuremos
que Dios sea ambas cosas para nosotros: refugio, pero también fortaleza.
Oración:
Gracias Señor, por ser mi refugio y fortaleza en medio
de las tribulaciones. Amén.
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