¡Sing to the Lord a new song;
sing to the Lord, all the earth. (NIV)
Psalm 96:1
I invite you to reflect upon these beautiful words of poet R. Tagore, those
which I read some time ago now, but which maintain the same vitality for our
day. They encapsulate what God means in
my life, and it may now be that with the beautiful words of the psalmist or the
poet, or with our plain phrases, that we should let others know who God is for
us.
“It is He, my most intimate He,
who awakens my life
with his deep secret callings.
He who puts this enchantment in my eyes,
who joyfully strums my heart strings
in its multiple harmony of pleasure and sorrow.
He who weaves the fabric of this daisy
with sparkling subtleties of gold and silver,
blue and green, whose stalk
peeps from the furrows,
whose touch turns me away.
Days pass by, years die,
and He keeps stirring my heart
with a thousand names,
with a thousand guises,
in innumerable alternations
of pleasure and sorrow.
May we each day intone a song of gratitude to God for being He, the one
that sustains and moves us through his Spirit.
Prayer: Lord, thank you for being you, my all in each
moment. May my entire life be a song of gratitude and a living testimony of
your love! Amen.
Translation
by John Walter
ES ÉL
SALMO 96
¡Canten al Señor un cántico
nuevo!
¡Canten al Señor todos en la tierra!
Salmo 96:1
Les invito a reflexionar en estas bellas palabras
del poeta R. Tagore, las cuales leí hace ya algún tiempo, pero que mantienen la
misma vigencia para nuestros días. Ellas encierran lo que Dios significa en mi
vida y ya sea con las bellas palabras del salmista o del poeta, o con nuestras
sencillas frases, debemos dar a conocer a los demás quién es Dios para
nosotros.
“Es él, mi más íntimo él, quien despierta mi vida
con sus profundas llamadas secretas.
Él, quien pone este encanto en mis ojos; quien
pulsa, alegremente las cuerdas de mi corazón en su múltiple armonía de placer y
de pesar.
Él, quien teje la tela de esta maya con matices
tornasoles de oro y plata, azul y verde; quien asoma por sus pliegues los pies,
cuyo contacto me enajena.
Los días pasan, mueren los años, y Él sigue
moviendo mi corazón con mil nombres, con mil disfraces, en innumerables
transportes de placer y de pesar.”
¡Que podamos entonar cada día un canto de
gratitud a Dios por ser Él el que nos sostiene y nos impulsa a través de su
Espíritu!
Oración: Señor, gracias por ser tú mi todo en todo momento. ¡Qué mi vida entera
sea un canto de gratitud y un testimonio vivo de tu amor! Amén.
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