Sunday, October 21, 2018

Sunday, October 21 THE HOME OF MARY AND MARTHA LUKE 10:38-42


Sunday, October 21
THE HOME OF MARY AND MARTHA
LUKE 10:38-42
 Mary has chosen the better part.  It won’t be taken away from her.
Luke 10:42b CEB

We have spoken frequently in our churches about the home of Martha and Mary, visited by the Lord on his trip through the villages where he exercised his holy ministry. A few years ago, in a program sent by the National Women’s Union to celebrate the International Day of Women, there was a commentary on some situations which confront women today, and especially meshing social and home duties with the church.  

Our group came to the conclusion that nowadays it is difficult to fully complete all of the tasks that we have.  For those who work outside the home, we are asked to give volunteer hours to fulfill the goals, and housewives’ activities are difficult.  As a result, at times we do not fulfill our Christian responsibilities and we try to justify ourselves by saying that we don’t have enough time.   Christ gives us a lesson. 

On that occasion, he answered Martha saying:  Martha, Martha, you are worried and burdened by many things, but only one thing is necessary.  Mary has chosen the better part.  At times we get stuck in the roles that have been traditionally assigned to us, thinking that they are only our responsibility.  We should ask for help, we should arrange for cooperation and partnership in our family and in our work places, then we will be able to choose and perform with joy the better part.  God is extending an invitation to us today: let’s choose the better part and not neglect the tasks that we are asked to do as Christians, that are also obligations for those around us, strengthening our spiritual life as if we were at the feet of the Master. 

Prayer:  I ask you, Lord, that you allow me to serve you like Martha, and at the same time to listen to you like Mary.  Let us know how to do both things because we know that both are important.  Allow us also to develop relationships of respect and cooperation with our spouse, our sons and daughters, and our brothers and sisters of the church, so that all will feel supported by your love amid our efforts. Amen.


Translation by Deborah McEachran


EL HOGAR DE MARTA Y MARÍA
LUCAS 10:38-42
… María ha escogido la mejor parte y nadie se la quitará
Lucas 10:42b
Se ha hablado mucho en nuestras iglesias del hogar de Marta y María, visitado por el Señor en su recorrido por las aldeas donde ejerció su santo ministerio. Hace algunos años en el programa enviado por la Unión Nacional de Mujeres para celebrar el Día Internacional de la Mujer, se comentaban algunas situaciones a las que se enfrenta la mujer de hoy, y especialmente a la compatibilización entre los deberes sociales y del hogar con la Iglesia.

Nuestro grupo llegó a la conclusión de que en la época en que vivimos nos es muy difícil cumplir cabalmente todas las tareas que se nos presentan. A las que  trabajamos en la calle se nos pide horas voluntarias para cumplir las metas, a las amas de casa se le complican sus actividades. Lo anterior trae como consecuencia que a veces no cumplimos con nuestros deberes cristianos y tratamos de justificarnos diciendo que no nos alcanza el tiempo. Cristo nos da una lección.

En aquella oportunidad Él le contestó a Marta diciéndole: Marta, Marta, estás preocupada y afligida por muchas cosas, pero sólo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte. Y es que en ocasiones nos casamos tantos con los roles que nos han asignado tradicionalmente, que pensamos que es solo nuestra responsabilidad. Pidamos ayuda, procuremos la cooperación y el compañerismo en nuestra familia, en nuestros centros laborales, para así poder escoger y realizar con gozo la mejor parte. Dios nos hace hoy una invitación: escojamos la mejor parte y no nos neguemos a las tareas que nos piden como cristianos, que a la vez son obligación para los que nos rodean, fortalecen nuestra vida espiritual, como si estuviéramos a los pies del Maestro.

Oración: Te pido, Señor, que me permitas atenderte como Marta, y a la vez escucharte como María. Que sepamos hacer las dos cosas porque sabemos que ambas son importantes. Permite que también desarrollemos relaciones de respeto y cooperación con nuestra pareja, nuestros hijos e hijas, nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia, para que todos nos sintamos apoyados por tu amor, en medio de nuestros esfuerzos. Amén.


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