Tuesday, October 16
HEARING THE VOICE OF
GOD
MATTHEW 7:21-29
All these blessings will come
upon you
and find you if you
obey the Lord your God’s voice.
Deuteronomy 28:2 CEB
God demands that
we listen to him. Jesus said on various
occasions, “he that has ears to hear, listen.”
Jesus knew that one listens to God also with the heart, with the disposition
to follow God’s path.
God constantly talks to
us, and his Word is recognized because he speaks with authority. God speaks to us in big ways and in little
ways. Prophetic voices rise from any
source: from within the church and from
outside the church as well. Our
conscience speaks the language of God when we are confronted with the word of
the Gospel. In prayer when we don’t know
the right thing to say, God also speaks to us. God speaks, but we must listen
to him. To listen is to hear with
diligence and attention. To hear the voice of God is to hear to put to work
what we hear. To listen to the voice of
God is to obey it. If we listen to God,
we will obey God.
God speaks in all and
through all. To hear the voice of God is
a blessing. God blesses us when God speaks. If something becomes a curse, it is
because we don’t listen to his voice to obey him in all his commandments.
Prayer: We want to listen to you, God. Speak to us so we can hear you. Speak to us so we can follow your voice. Amen.
Translation by Deborah
McEachran
OÍR LA
VOZ DE DIOS
MATEO
7:21-29
...todas
estas bendiciones vendrán sobre ti y te
alcanzarán
por
haber obedecido al Señor tu Dios
Deuteronomio
28:2
Dios demanda de
nosotros que le escuchemos. Jesús dijo en varias ocasiones “el que tiene oídos
para oír, que oiga”. Jesús sabía que a Dios se le escucha también con el
corazón, con la disposición a seguir su camino de manera consecuente.
Dios nos habla
constantemente, y su Palabra se reconoce porque habla con autoridad. Dios nos
habla en las cosas grandes y en las pequeñas también. Voces proféticas se
levantan dondequiera; en la Iglesia y fuera de la Iglesia también. La
conciencia nos habla el lenguaje de Dios
cuando nos confrontamos con la palabra del Evangelio. En la oración que no
sabemos decir convenientemente, también Dios nos habla. Dios habla, pero
nosotros hemos de escucharle. Escuchar es oír con diligencia y atención.
Escuchar es oír para poner por obra lo que oímos. Escuchar la voz de Dios es
obedecerle. Si le escuchamos, le obedeceremos.
Dios nos habla
en todo y por todo. Oír la voz de Dios es bendición. Dios bendice cuando habla.
Si alguna cosa se transforma en maldición se debe a que no escuchamos su voz
para obedecerle en todos sus mandamientos.
Oración:
Te queremos escuchar, Dios. Háblanos para oírte. Háblanos para seguir tu voz. Amén.
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