January 4, Tuesday

JESUS CHRIST IS ALWAYS THE SAME

Hebrews 13:6-21

Jesus Christ is the same yesterday and today and forever.

Hebrews 13:8 (NRSV)

            Jesus Christ never changes! He is the same, although some try to distort his image, despite people who fail all the time, although many want to hide, deny, silence, disguise, and use.

            He is the same one who denounced the legalists of his time, dared to confront the powerful, touched the untouchables, dialogued with the marginalized, disrupted the value system of his social reality and showed us the way forward.

            He is the same who gave life to many physically dead and thousands of spiritually dead. He is the same man who walked the dusty streets of Galilee two thousand years ago and today walks by our side. He is the same one who died on the cross  for our sins and on the third day rose from the dead. He is the same one who did not hesitate to forgive those who offended him. He is the same one who has the best news for our life: that God, in his great love, sent him so that we would have the opportunity to know him as God and savior, receive his love and forgiveness and enjoy the gift of eternal life. 

            Our life can change if we dare to believe in Jesus. Our reality may be different if we dare to let Him direct our lives.

 

Prayer: Thank you, my good God, for giving us your Son so that we  can be free. In the name of Christ. Amen.

 

Translation by Pat Metcalf

 

Enero 4, martes

JESUCRISTO ES EL MISMO SIEMPRE

Hebreos 13:6-21

Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos

Hebreos 13:8

            ¡Jesucristo nunca cambia! Es el mismo, aunque algunos intenten distorsionar su imagen, a pesar de la gente que falla todo el tiempo, aunque muchos lo quieran esconder, negar, callar, disfrazar y utilizar.

            Es el mismo que denunció a los legalistas de su época, se animó a confrontar a los poderosos, tocó a los intocables, dialogó con los marginados, trastocó el sistema de valores de su realidad social y nos mostró el camino a seguir.

            Es el mismo que les dio vida a muchos muertos físicos, y también a miles de muertos espirituales. El mismo que hace dos mil años transitó  las polvorientas calles de Galilea y hoy también camina a nuestro lado. El mismo que murió en la cruz por nuestros pecados y al tercer día resucitó de entre los muertos. Es el mismo que no dudó en perdonar a quienes lo ofendieron. Es el mismo que tiene las mejores noticias para nuestra vida: que Dios, en su gran amor, lo envió a Él para que tuviéramos oportunidad de conocerlo como Dios y Salvador, recibir su amor y perdón, y entonces disfrutar del regalo de la vida eterna.

            Nuestra vida puede cambiar si nos atrevemos a creer en Jesús. Nuestra realidad puede ser distinta si nos animamos a dejar que Él dirija nuestra vida.

 

Oración: Gracias mi buen Dios, por regalarnos a tu Hijo para que pudiéramos ser libres. En el nombre de Cristo, amén.