DECEMBER 5

Celebration of the Mission Church of Guásimas (Veradero)

IN TOTAL LOVE

Proverbs 31:10

For God so loved the world that he gave his only Son,

John 3:16 (NRSV)

            Is there any love in the world greater than a mother’s love? Many years ago in a little village in the north of Scotland, a peasant left her little son sleeping in a pile of hay. Suddenly, an eagle flew down from the mountain and snatched the little child carrying him toward the highest peak of the rocks. Who among the neighbors would dare to climb such heights? A sailor, noting the dramatic scene tried to climb the dangerous cliffs, but had to give up. Then a sturdy mountaineer tried it, but his efforts were in vain, and he fell to the ground.

            At last, a poor woman began the climb up the steep rocks. After a tiring and bloody struggle due to cuts from the eagle’s beak, she reached the eagle’s nest. She retrieved the child and, holding him in her arms, began the dizzying descent. There was a deathly silence until they reached the foot of the rocks when a shout of great joy erupted from the neighbors’ lips. How could that woman confront the dangers of an herculean feat, when the efforts of the others failed? That woman could not let herself be tranquilly robbed of the object of her love. She was the boy’s mother.

            God’s love exceeds even that of a mother.

            El amor de Dios excede aun al amor de una madre. He loved us because He wanted to love us, and if we love Him at all, it is because He first loved us.

 

Prayer: Lord, we pray for your Church in Cuba that it may fulfill your mission and rest in your promises, regardless of its circumstances. Amen.

 

Translation by John Potter

 

DICIEMBRE 5

Celebración de la ID de  Guásimas (Varadero)

EN AMOR TOTAL

Proverbios  31:10

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado A su Hijo Unigénito

Juan 3:16

            ¿Habrá en el mundo amor que supere el de una madre? Hace muchos años, en cierto pueblo en el norte de Escocia, una campesina dejó a su pequeño hijo dormido en un montón de heno. De repente, un águila descendió de la montaña y arrebató al niño hacia la cumbre más alta de las rocas. ¿Quién entre los vecinos se atrevería a subir aquellas alturas? Un marinero, dándose cuenta de la dramática  escena, trató de escalar los peligrosos peñascos, pero tuvo que desistir de su empeño. Después un robusto montañés lo probó también, pero resultaron inútiles sus esfuerzos, y cayó al suelo.

            Al fin una pobre mujer emprendió la ardua subida por aquellas escarpadas rocas. Después de una lucha fatigada y sangrienta, por los cortes recibidos de los agudos picos, llegó al nido del águila. Cogió en sus brazos al niño y empezó el vertiginoso descenso. Hubo un silencio sepulcral; al llegar al pie de la roca, un grito ensordecedor de gran alegría escapó de los labios de sus vecinos. ¿Cómo es que aquella mujer pudo afrontar los peligros de una hercúlea hazaña, cuando fracasaron en sus esfuerzos? Aquella mujer no podía dejarse despojar tranquilamente del objeto de su amor. Ella era la madre del niño.

            El amor de Dios excede aun al amor de una madre. Él nos amó porque quiso amarnos, y si en alguna medida le amamos, es porque Él nos amó primero.

 

Oración: Oramos  por la Iglesia en Cuba, Señor. Que cumpla su misión y descanse en tus promesas, independientemente de las circunstancias. Amén.