DECEMBER 13
IN REALITY, WHAT AM I GOING TOWARD?
Mark 10:17-23
Go, sell everything you have and give it to the poor… (NIV)
Mark 10:21a
If we asked the majority of the members of our congregations, “Why do you go to church?” The answer–more or less–would be this, “to have a respite in all of our occupations and worries in daily life. To listen to something different, and above all, that nothing is said about what is happening in the world, because that’s what we hear everywhere. To hear agreeable things, that the pastor might give a good sermon.”
If we fix our attention on the preaching of John the Baptist, we see that he was a radical preacher who said things clearly without any concern for what people thought of him. In Jesus’s ministry, not everyone who was approaching him heard a bland word. Jesus, as we say today, “cut to the chase.”
The rich young man approached Jesus with great respect and admitted that his moral and religious efforts were insufficient for living life fully. Jesus, coming to the root of the problem, proposed a radical thought: God or possessions. And we all know the result because that man loved his riches more than any other thing in life. This is only one example among many where Jesus gave an answer completely contrary to what his listeners wanted to hear. It’s also possible that the same thing happens to us today in our church. We will not always listen to what we don’t want to hear, but one has to pay attention to that as well.
Prayer: Lord, allow us to understand the proclamation of your messages in our day. Amen.
Translation by John Walter
DICIEMBRE 13
¿A QUÉ VOY EN REALIDAD?
Marcos 10:17-23
..anda y vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres…
Marcos 10:21a
Si preguntáramos a la mayorÃa de los feligreses de nuestras congregaciones: ¿para qué va usted a la iglesia? La respuesta más o menos serÃa ésta: “para hacer un alto en todas nuestras ocupaciones y preocupaciones de la vida diaria”, “para escuchar algo distinto, sobre todo que no se diga nada de lo que está sucediendo en el mundo, porque es lo que oÃmos por todas partes”, “para escuchar cosas agradables, que el pastor diga un buen sermón”. Si fijamos nuestra atención en la predicación de Juan el Bautista, vemos que él fue un predicador radical, que decÃa las cosas por las claras, sin importarle lo que pudieran pensar acerca de él. En el ministerio de Jesús, no siempre los que se le acercaron escucharon una palabra blanda. Jesús, como decimos hoy, “cortaba por lo sano”.
El joven rico se acercó a Jesús con gran respeto y admitió que sus esfuerzos morales y religiosos no eran suficientes para vivir la vida a plenitud; Jesús, yendo a la raÃz del problema, le planteó una decisión radical: o Dios o las posesiones. Y todos sabemos el resultado, porque aquel hombre amaba más sus riquezas que cualquier otra cosa en la vida. Este es solamente un ejemplo, entre otros en los que Jesús dio una respuesta completamente contraria a lo que sus oyentes querÃan escuchar. Es posible que también hoy nos pase lo mismo en la Iglesia. No siempre escucharemos lo que nos gusta oÃr, pero hay que prestar atención a eso también.
Oración: Señor, permÃtenos comprender la proclamación de tu mensaje en nuestros dÃas. Amén.
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