Wednesday, December 28, 2022

DECEMBER 28

CALLED BY GOD

Isaiah 41:10

You did not choose me, but I chose you.

John 15:16a (NIV)

            A brother from my community recently commented that for a long time he had been thinking about resigning from the work he was doing because he hadn’t achieved the results he had hoped for, although at one time he considered it to be one of his major accomplishments.

            This kind of situation has become more common in recent days. We hope to see better results in what we do, and we wish things would be different than how they actually are. And this ultimately makes us deceive ourselves into thinking that maybe we weren’t really called to do this work. Upon reflection, I realized that God, maybe without my friend realizing it, had put him there. Only He knows why. Why do we doubt our calling? Why do we give up? Why “throw in the towel?” Can’t you see that God himself has put you there? Is it because criticism hurts? Is it because you don’t see the results you hoped to see? Don’t worry. That does not mean that there is no result. God saw in you more than defects, he saw virtues that on being put into practice for your work, are very useful to Him. I invite you to reflect and think about how blessed you are to have been called by God. Never doubt this calling, on the contrary, feel doubly blessed to have been called by Him to do your work. He is the one who put you in that place, who believed in you, who has supported you to this day and who will never abandon you.

Prayer: Lord, do not allow apathy, lack of confidence and little recognition from others to cause us to let deteriorate the work which you have called us to do. Amen.

Translation by Susan Metcalf Smith

 

DICIEMBRE 28

LLAMADOS POR DIOS

Isaias 41:10

Ustedes no me eligieron a mí, sino que fui yo quien los eligió a ustedes.

Juan 15:16a

            Me comentaba hace poco un hermano de mi comunidad  que desde hacía algún tiempo tenía en mente la idea de renunciar al trabajo que venía realizando pues no había alcanzado los resultados que esperaba, a pesar de que en algún momento lo consideró como uno de sus mayores logros. 

            Esta situación se ha convertido en algo bastante común en nuestros días. Esperamos ver mejores resultados en lo que hacemos, quisiéramos que las cosas fueran diferentes a como lo son actualmente. Y esto al final nos hace decepcionarnos y pensar que quizás no fuimos llamados a realizar esta labor. Reflexionando después, me percaté de que Dios, quizás sin que mi amigo lo notara, lo puso ahí. Sólo Él sabe el por qué. ¿Por qué dudamos de nuestro llamado? ¿Por qué renunciar? ¿Por qué “tirar la toalla”? ¿Acaso no ves que  Dios mismo te puso allí? ¿Es porque te duelen las críticas? ¿Es porque no ves los resultados  que tú quisieras ver? Tranquilo. Eso no quiere decir que no haya ningún resultado. Dios vio en ti más allá de defectos, vio virtudes que al ser puestas en práctica para su obra, le son de mucha utilidad. Te invito a reflexionar y a que pienses en lo bendecido que eres de haber sido llamado por Dios. Jamás dudes de ese  llamado, al contrario, siéntete doblemente bendecido por haber sido llamado por Él a trabajar en su obra. Él fue quien te puso en ese lugar, quien creyó en ti, quien te  ha respaldado hasta el día de hoy y quien no te abandonará nunca.

 

Oración: Señor, no permitas que la apatía, la falta de confianza y el poco reconocimiento de los demás, nos hagan decaer en el trabajo para el cual fuimos llamados por ti. Amén. 

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