Thursday, November 26
Anniversary of the IPR in Cabaiguán
THE ANNOUNCED VISIT
Matthew 25: 1-13
Keep awake therefore, for you know neither the day nor the hour.
Matthew 25:13 (NRSV)
When someone tells us that they are coming to our house, we generally give special care to the actions that we normally take. We choose the best to receive the newcomer, put things in order, set aside time to attend to them, but generally our habits emerge, the things that we don’t always do well. If we are not plant lovers, even if we put out three vases with flowers, some disorder that we habitually overlook will sneak our from some nook.
It’s the same with faith; we should learn from a tender age that our daily conduct might reveal a good relationship with God, based in respect for his commandment of love. So, as his return has been announced, yes, it will be expected, but we will be prepeared. We will not have to wait for that moment, known but indefinite, to put our lives in order so as not to run the risk that when he arrives, he won’t recognize us.
Prayer: Lord, help us to transform our lives in order that we may, as your disciples, show your love to every human in every time and place, and be prepared for your arrival. Amen.
Translation by John Potter
Noviembre 26, jueves
Aniversario de la IPR de Cabaiguán
LA VISITA ANUNCIADA
Mateo 25: 1-13
Por tanto -agregó Jesúús- manténganse despiertos porque no saben ni la hora ni el día en que él vendrá
Mateo 25:13
Cuando alguien nos anuncia que viene a casa, generalmente esmeramos las acciones que hacemos de rutina. Seleccionamos lo mejor para recibir al recién llegado, ponemos orden, separamos tiempo para atenderlo, pero, generalmente, afloran nuestros hábitos, las cosas que no siempre hacemos bien. Si no somos amantes de las plantas, se verá aunque pongamos tres búcaros con flores, si no somos ordenados, saldrá por algún rincón que, de tan habitual, no percibimos.
Con la fe pasa lo mismo, deberíamos aprender desde pequeños a que nuestra conducta de cada día sea de una buena relación con Dios, basada en el respeto por su mandamiento de amor. Así, aunque anunciado su regreso, será esperado, sí, pero estaremos preparados. No habrá que esperar a ese momento, conocido, pero aún no definido, para poner en orden nuestras vidas, para no correr el riesgo de que, al llegar a él, no nos reconozca.
Oración: Señor, ayúdanos a transformar nuestras vidas para que podamos, como tus discípulos, mostrar tu amor a todos los seres humanos en todo tiempo y lugar, y estemos listos para tu llegada. Amén
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