March 11

JESUS, BREAD OF LIFE

Luke 20:20-26

Very truly I tell you, the one who believes has eternal life. I am the bread of life. (NIV)

John 6:47-48

Eternal life is a possibility that begins now; and Jesus affirms, “Have faith and eternal life.” You have it, it’s the word of the Lord. 

But then, how should I understand faith? It’s not a mathematical factor, like I believe 2×2 = 4. One has to believe in something. This is an uncertain conviction of reason, not the faith that saves. To believe in Jesus Christ is a profound conviction that he is the only solution for humanity’s problems, a security such that all other projects remain subordinate to the Kingdom of God.

Such confidence and certainty allow us to assume faith as a decision in life. I want to be that way, like Jesus, he is my model and my goal. I want to be able to find love. In this way, Jesus is the food and sustenance, the energy to live. This faith is a gift that springs from directing our gaze toward Christ with sincerity, from the conviction that we are sinners, and that our bread without the Word made human, is diluted in projects and efforts leavened with selfishness. We cry out for the bread of life.

Jesus is the true bread and source of life for those who have faith–life so abundant that it knows no limits. 

 

Prayer: Jesus, thank you for being my bread and my source. Thank you for being my all. Amen.

 

Translation by John Walter

 

 

Marzo 11

JESÚS, PAN DE VIDA

Lucas 20:20-26

Les aseguro que el que tiene fe, tiene vida eterna. Yo soy el pan que da vida…

Juan 6:47-48

La vida eterna es una posibilidad que comienza ya. Y Jesús afirma: tienes fe, tienes vida eterna. La tienes. Es Palabra del Señor.

Pero entonces, ¿Cómo debo entender la fe? No es un dato matemático, como yo creo que dos más dos es cuatro, creer porque hay que creer en algo. Esto es una incierta convicción de la razón, no la fe que salva. Creer en Jesucristo es una convicción profunda de que Él es la única solución para el problema de la humanidad, una seguridad tal que todos los demás proyectos queden subordinados al Reino de Dios.

Tal confianza y certeza permiten asumir la fe como una decisión en la vida. Así quiero ser yo, como Jesús, Él es mi modelo y mi meta. Poder encarnar el amor. De este modo, Jesús es el alimento, el sustento, la energía para vivir. Esta fe es un regalo que brota de dirigir las miradas hacia el Cristo con sinceridad.

Desde la convicción de que somos pecadores, y que nuestro pan sin la Palabra hecha ser humano, se diluye en proyectos y esfuerzos leudados con el egoísmo, clamamos por el pan de vida.

Jesús es el verdadero pan y fuente de vida para quien tiene fe, vida  tan abundante que no conoce límites.

 

Oración: Jesús, gracias por ser mi pan y mi fuente. Gracias por ser mi todo. Amén.