Thursday, August 22

GUESTS AT THE BANQUET

Matthew 22:1-14

The servants went out into the street and gathered all the people they could find, the bad as well as the  good, and the wedding hall was filled with guests.

Matthew 22:10 (NIV)

In those places, two invitations were expected when a banquet was organized. The first one requested the attendance of the guest, the second one indicated that everything was ready. Here the King, God, invites three times, and all three times the invitation is refused.

Also, it was customary for guests at a wedding to receive a special garment. It was not even thought that anyone could refuse this garment. It would be an insult to the host, who would assume that the guest did not want to participate in the wedding celebration

Jesus is speaking here of the garment of righteousness that is required to enter God’s banquet in the Kingdom. Christ has provided this garment for every believer, but each person must choose to wear it in order to enter the banquet of the King. God wants us to join Him at His banquet, which will last for eternity. That is why He sends us invitation after invitation.

 

Prayer: Loving Father, let us recognize your invitation to the banquet, and if we do not succeed immediately, show us many more opportunities until we accept you into our hearts. Amen.

 

Translation by Pat Metcalf

 

Jueves, 22 de agosto

LOS INVITADOS AL BANQUETE

Mateo 22:1-14

Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y así la sala del banquete se llenó de convidados.

Mateo 22:10

En aquellos lugares se esperaban dos invitaciones cuando se organizaba un banquete. La primera solicitaba la asistencia del invitado, la segunda indicaba que todo estaba listo. Aquí el Rey, Dios, invita tres veces, y las tres veces le rechazan la invitación.

También, era costumbre que los invitados a una boda recibían una vestimenta especial. Ni se pensó que alguien podría rechazar esta vestimenta. Sería un insulto al anfitrión, el que daría por sentado que el invitado no quería participar en la celebración de las bodas.

Jesús está hablando aquí de la vestimenta de justicia que se requiere para entrar en el banquete de Dios en el Reino. Cristo ha provisto esta vestimenta para cada creyente, pero cada persona debe decidir usarla a fin de poder entrar al banquete del Rey. Dios quiere que nos unamos a Él en su banquete, que durará por la eternidad. Por eso nos envía invitación tras invitación.

 

Oración: Padre amado, permítenos reconocer tu invitación al banquete, si no lo logramos inmediatamente muéstranos muchas oportunidades más, hasta que te aceptemos en nuestros corazones. Amén.