Sunday, August 11

FACE THE BATTLE OF LIFE DAY

1 Kings 19: 4-8

“I have had enough, Lord,” he said. “Take my life, I am no better than my ancestors.”  (NIV)

1 Kings 19.4b

There are days when we wake up with a feeling of defeat, and we do not have the capacity or strength to face the challenges of everyday life. We feel as if we have failed. On those days, we just want someone to “throw in the towel for us,” close our eyes and wait for something to happen and for our own situations to be resolved.

Sometimes we do not find solutions to the problems we have, which sometimes do not even depend on our own actions. However, in the midst of any chaos or existential conflict, we must find the way to get up and continue. Whenever our hope is failing, we must look for signs that God offers us.

The truth is that He is by our side in every battle we face. Believe that God accompanies us, believe in ourselves, have the maturity to accept that there are things  we cannot transform, but we can work so that nothing makes us abandon hope.        

 

Prayer: God of hope, do not allow my desire to continue to give up, and may I see your company whenever I need encouragement. Amen.

 

Translation by John Walter

Domingo, 11 de agosto

Enfrentar día la batalla de la vida

 1 Reyes 19: 4-8

Basta ya, Señor. Quítame la vida, pues yo no valgo más que mis padres.

1 Reyes 19.4b

Hay días en que nos levantamos con una sensación de derrota, y no tenemos la capacidad ni la fuerza para enfrentar los retos del cotidiano. Sentimos que hemos fracasado. En esos días sólo deseamos que alguien nos “tire la toalla”, cerrar los ojos y esperar que algo pase y resuelvan nuestras propias situaciones.

A veces no encontramos soluciones para los problemas que tenemos, los cuales en ocasiones no dependen ni siquiera de nuestras propias acciones, sin embargo, en medio de cualquier caos o conflicto existencial debemos encontrar los caminos para levantarnos y continuar. Siempre que esté desfalleciendo nuestra esperanza, debemos buscar señales que Dios nos ofrece.

Lo cierto es que en cada batalla que enfrentamos, Él está al lado nuestro; creer que Dios nos acompaña, creer en nosotros mismos tener la madurez de aceptar que hay cosas que no podemos transformar, pero sí podemos trabajar con nosotros mismos para que nada nos haga abandonar.

 

Oración: Dios de la esperanza, no permitas que se rindan mis ganas de continuar, y que pueda ver en tu compañía siempre que necesite un aliento. Amén.