WEDNESDAY, FEBRUARY 7
LET US AVOID CONTAMINATING OUR HEARTS
Mark 7: 14-23
Then he called the crowd again and said to them, “Listen to me, all of you, and understand: there is nothing outside a person that by going in can defile, but the things that come out are what defile.”
Mark 7:14 – 15 (nrsv)
To contaminate can be understood as noxiously altering the purity or normal conditions of a thing or medium and can also be to infect or infect someone. Day-to-day activity puts us in a position of not wanting to be infected, always seeing threats coming from outside our being.
Jesus challenges us to think differently and to place the real threats of contamination within each of us. A first step would be to forget that what can contaminate us will always come from other places, from other people, from those who can infect us. A second step would be to recognize that, as Jesus instructs us, we ourselves are the only threat of contamination for our lives.
Given this scenario, let us think: what could be the polluting substances that we could be generating today and they could be contaminating our heart?
Let’s avoid contaminating ourselves with our prejudices, dogmatisms, exclusions, hatred, egotisms, and so many other meaningless feelings that lacerate, wound and destroy the source of full life. Let us avoid contaminating our hearts.
Prayer: Beloved God, thank you for giving us your wonders and for your constant blessings. Be with us in our journey toward your constant presence in our lives. Help us to eliminate everything that would contaminate our hearts and flood us with your infinite love, for Jesus Christ. Amen.
Translation by John Potter
FEBRERO 7, MIERCOLES
EVITEMOS CONTAMINAR EL CORAZĂ“N
Marcos 7: 14 – 23
LlamĂł otra vez a la gente y les dijo: OĂdme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en Ă©l, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre.
Marcos 7:14 – 15
Contaminar puede entenderse como el ejercicio de alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio y también puede ser contagiar o infectar a alguien. El ejercicio del dia a dia nos coloca en condiciones de no querer ser contagiado, mirando siempre que esta amenaza bien desde fuera de nuestro ser.
Jesús nos desafia a pensar de manera diferente y a colocar las verdaderas amenazas de contaminación dentro de cada uno de nosotros. Un primer paso seria olvidarnos de lo que nos puede contaminar siempre vendrá de otros lugares, de otras personas, de quienes pudieran contagiarnos. Un segundo paso seria reconocer que, como Jesús nos advierte, la única amenaza de contaminación para nuestra vida, somos nosotros mismos.
Ante este escenario entonces pensemos: ¿cuáles pudieran ser las sustancias contaminantes que hoy pudiĂ©ramos estar generando y ellas pudieran estar contaminado nuestro corazĂłn?
Evitemos contaminarnos con nuestros prejuicios, dogmatismos, exclusiones, odios, egocentrismos y tantos otros sentimientos carentes de sentido que laceran, hieren y destruyen la fuente de la vida plena. Evitemos contaminar el corazĂłn.
Oración: Amado Dios, gracias te damos por tus maravillas y por tus constantes bendiciones. Acompáñanos en esta peregrinación hasta tu presencia eterna en nuestras vidas. Ayúdanos a eliminar todo lo que nos pueda contaminar el corazón e inúndanos con tu amor infinito. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén
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