April 17
A NEW HOPE
Ephesians 2:1-10
For it is by grace you have been saved, through faith–and this is not from yourselves, it is the gift of God
Ephesians 2:8 (NRSV)
A beautiful sunrise appears at my window, the cool breeze brushes my face like a gentle caress that brings calm and peace to my soul. I am on my knees in the presence of the Lord, infinitely grateful for being His child and for allowing me to know Him in the intimacy of my life. Grateful for one more day of life and for holding my family with his hands full of love, for so much tenderness in forgiving me when I come before his presence every time I fall, looking for him to restore me again. It is a special moment when you feel his forgiveness, when you feel his love and mercy converge into sufficient grace that sustains us every day. Grace is unmerited favor, it is the goodness, the magnanimity of the Father towards us, sending his only begotten Son to die for our sins and accepting, by his divine will, the redemptive work of the cross. We cannot obtain it by our merits, nor by our works. We did not and do not deserve it. But it has been abundantly bestowed upon us for salvation, being able to cover the most horrendous and excessive sin.
Prayer: My God, I wait in silence for you, for from you comes my victory and you alone put wisdom in my thoughts. Guide my steps and my life. Keep me from danger and help me to make the wisest decisions. Amen.
Translation by Pat Metcalf
Abril 17
UNA ESPERANZA NUEVA
Efesios 2:1-10
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no es de vosotros, pues es don de Dios.
Efesios 2:8
Un bello amanecer surge en mi ventana, la brisa fresca roza mi cara como una caricia apacible que trae calma y paz a mi alma. Es que estoy de rodillas en la presencia del Seños, dado infinitas gracias por ser su hijo y por permitirme conocerle en lo Ãntimo de mi vivir. Agradecido por un dÃa más de vida y por sostener a mi familia con sus manos llenas de amor, por tanta ternura en perdonarme cuando vengo delante de su presencia cada vez que caigo, buscando que me restaure otra vez. Es un momento especial cuando sientes su perdón, cuando sientes que su amor y misericordia convergen hacia la gracia suficiente que nos sostiene todos los dÃas. Gracia es favor inmerecido, es la bondad, la magnanimidad del Padre hacia nosotros, enviando a su Hijo Unigénito para morir por nuestros pecados y aceptando, por su voluntad divina, la obra redentora de la cruz. No podemos obtenerla por nuestros méritos, ni por nuestras obras. No la merecÃamos y no la merecemos. Pero nos ha sido otorgado abundantemente para salvación, siendo capaz de cubrir el más horrendo y excesivo pecado. Mi esperanza reposa en la suficiencia de su gracia.
Oración: Dios mÃo, espero en silencio por ti, porque de ti proviene mi victoria y sólo tú pones en mis pensamientos la sabidurÃa. GuÃa mis pasos y mi vida. Apártame del peligro y ayúdame a tomar las más sabias decisiones. Amén.
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