Thursday, February 10

HE FORGETS IT

1 John 2:1-2

…he plots out your transgressions, for my own sake, and remembers your sins no more. (NIV)

Isaiah 43:25

            The feeling of guilt is difficult to erase, especially when we make the same mistake again. When that happens, it seems as if we become unworthy even to confess to God that we are wrong again.

            But this verse of Isaiah tells us that God forgets our sins. It’s just that, he forgets, but not because he may have a memory problem. He knows us integrally and knows everything about us. Even so, he forgives our sins. He forgets them because he has decided to. Once pardoned, our sins don’t exist anymore. It’s something like this: you pray to God and say, “Lord I did it again…” He replies, “What is it? I don’t remember anything.” Then God listens to your confession once more and later forgets any traces of it. It’s pure grace. The grace that God revealed to us with the death of Jesus on the cross.

             Jesus made forgiveness become reality. We don’t need to coexist with feelings of guilt. God has already forgotten our sin.

 

Prayer: Thank you, Lord, because I can always return to you with the security that you listen to my confession. Help me, Lord, to flee far away from sin to live the life that pleases you. Amen.

 

Translation by John Walter

 

Febrero 10, jueves

EL LO OLVIDA

1 Juan 2:1-2

Pero yo, que soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías

Isaías 43:25

            El sentimiento de culpa es  difícil de borrar, en especial cuando nuevamente incurrimos en el mismo error. Cuando ello sucede, parece como si nos volviéramos indignos hasta de confesarle a Dios que nos equivocamos otra vez.

            Pero este versículo  de Isaías nos dice que Dios olvida nuestros pecados. Es eso mismo, Él olvida. Pero no porque tenga problema de memoria. Él nos conoce íntegramente y sabe todo sobre nosotros. Aun así, olvida nuestros pecados. Él los olvida porque así lo ha decidido. Una vez perdonados, nuestros pecados no existen más. Es algo como esto: Usted ora a Dios y le dice: Señor, lo hice nuevamente. Él responde: ¿Qué es? No recuerdo nada. Entonces Dios vuelve a escuchar su confesión, luego perdona y borra su pecado. Es pura gracia. La gracia que Dios nos reveló con la muerte de Jesús en la cruz.

            Jesús hizo que el perdón se volviera realidad. Nosotros no necesitamos convivir con sentimientos de culpa. Dios ya olvidó nuestro pecado.

 

Oración: Gracias Señor, porque siempre puedo volver a ti con la seguridad de que escuchas mi confesión. Ayúdame, Señor, a huir lejos del pecado para vivir la vida que te agrada. Amén.