SATURDAY, SEPTEMBER 9
God is good
Psalm 54
I will sacrifice a freewill offering to you; I will praise your name , Lord. For it is good. (NIV)
Psalm 54: 6
During the pandemic, many people felt that this Psalm spoke especially to them. Throughout life there are circumstances that demonstrate how vulnerable we are, and how much in need of God’s help. We desperately appeal for our health, for that of family members, our material and spiritual needs, and, in some way, God’s help always finds the form of touching us, to restore or console us. Now that the storm has passed, how often do we give thanks for moments of peace? How often, upon seeing the daily small miracles, do we dedicate a prayer?
On rising, I walk to work, awaiting the bus before entering the class; I embrace dear ones, give thanks for the blessing of food . . . . Let us pause and give thanks, conscious of the joy of breathing and continuing our journey, even with the cracks that were born of pain.
May our requests not only rise in words asking help, but also words of thanks in God’s name, because he is always, always good.
Prayer: Good God, you who listen to my pleas, allow me the gift of seeing and thanking you in every gesture, in every daily event, for the goodness of your protection. Amen.
Translation by John Walter
SÁBADO, 9 DE SEPTIEMBRE
Dios es Bueno
Salmo 54
Te ofreceré un sacrificio voluntario, Dando gracias a tu nombre, que es bueno.
Salmo 54: 6
Durante la pandemia, muchas personas hemos sentido nuestro este Salmo. Hay circunstancias a lo largo de la vida que nos demuestra cuán vulnerables somos y cuánto necesitamos del cuidado de Dios. Clamamos desesperadamente por nuestra salud, por nuestro familiar enfermo, nuestras necesidades materiales y espirituales, y, de algún modo, el auxilio de Dios siempre encuentra la forma de tocarnos, recomponernos o consolarnos. Ahora, una vez pasada la tormenta, ¿cuántas veces agradecemos por el momento de paz? ¿cuántas veces dedicamos una oración ante los pequeños milagros cotidianos que encontramos cada dia? Al despertar, camino al trabajo, esperando la guagua, antes de entrar a clase, al abrazar seres queridos, antes la bendición de los alimentos... paremos todo y agradezcamos conscientes de la dicha de respirar y continuar camino, aún con las grietas que nacieron del dolor.
Que nuestras súplicas no eleven solo palabras de auxilio, sino también de agradecimiento al nombre de Dios, porque siempre, SIEMPRE, es bueno.
Oración: Dios bueno, tú que escuchas mis suplicas, permiteme el don de ver y agradecer en cada gesto, en cada acontecimiento cotidiano, las bondades de tu protección. Amén.
No comments:
Post a Comment