Friday, September 16, 2022

SEPTEMBER 16

IN PRAYER

1 Thessalonians 5:1-23

Rejoice always, pray without ceasing, give thanks in all circumstances; for this is the will of God in Christ Jesus for you. Do not quench the Spirit.

1 Thessalonians 5:16-18 (NRSV)

            Private prayer can sometimes be only a sigh in search of God, a phrase, a profound sense. True prayer is not tied to external forms, nor to gestures or pretty words; the fundamental thing is that it is true. Persevering prayer takes place when we call on God time after time, no matter how much time goes by, nor discouragement, doubt or adverse circumstances, centered solely on the assurance of God’s love and mercy.

            Confident prayer is carried with humility, because trust is found in Christ and not in the one who prays. God disposes everything so that it conforms to God’s will helping you to receive it in the best way even though you cannot underestand the manner of God’s response.

            Supplicatory prayer, when you recognize your weakness, your fragility, your doubts, fears, your sins and your lacks, is when you understand that the power to change what you cannot lies only with the Lord.

            Prayers of thanks are prayers that recognize all of God’s goodness and especially his perfect gift: Christ.

            The “apparently” unfulfilled prayer teaches us the times when what we ask for is not the best for us, it shows us that it is not the time; then we internalize that if we have given ourselves to the Lord, have given ourselves to his holy will.

 

Prayer: Thank you, Father, because I know with certainty that you always teach me by means of prayer. Amen.

 

Tranlsation by John Potter

 

SEPTIEMBRE 16

EN ORACION

1 Tesalonicenses 5:1-23

Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios

para con vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5:16-18

            La oración secreta a veces puede ser solo un suspiro en pos de Dios, una frase, un sentir profundo; la verdadera oración no va atada a formas externas, ni a gestos o palabras bonitas, lo fundamental es que sea verdadera. La oración perseverante tiene lugar cuando clamamos una y otra vez, sin importar el tiempo que transcurra, ni el desánimo, la duda o las circunstancias adversas, centrados solo en la seguridad de su amor y su misericordia. La oración confiada va con humildad, porque la confianza se encuentra en Cristo y no en quien ora. Solo los humildes poseen esa confianza. La oración veraz es obrada por el Espíritu de oración. Él inclina todo para que la oración sea conforme a la voluntad de Dios ayudando de modo que recibes lo mejor para ti aun cuando no comprendas del todo su respuesta. La oración suplicante, cuando reconoces tu debilidad, tu fragilidad, tus dudas, miedos, tus pecados y faltas,  es cuando reconoces que sólo en el Señor está el poder para cambiar lo que tú no puedes. La oración eficaz  no puedes hacerla confiando en tus propias fuerzas sino sólo en el amor y el poder de Dios. La oración agradecida es la oración que reconoce a Dios por toda su bondad y especialmente por el don perfecto: Cristo. La oración “aparentemente” incumplida, nos enseña  las veces que lo pedido no es lo mejor para nosotros, nos muestra que no es el tiempo, interiorizamos entonces que si nos hemos entregados al Señor nos hemos entregado a su santa voluntad.

 

Oración: Gracias Padre, porque sé con certeza que siempre me escuchas a  través de la oración. Amén.

 

No comments:

Post a Comment