Tuesday, June 24th

Celebration of the Mission Church at Coliseo

PUTTING ALL OUR TRUST IN GOD

Jeremiah 1:4-10

Before I formed you in the womb I knew you, before you were born I set you apart: I appointed you as a prophet to the nations.

Jeremiah 1:5 (NIV)

God knew us in the same way he knew Jeremiah, long before we were born or even conceived. He thought of us and made plans. When we feel disheartened or that we are not worthy, let us remember that God has always considered us valuable and has a purpose in mind for us.

Whatever work you do, it must be done  for the glory of God. If God gives you a specific task, accept it with joy and do it with excellence. If God hasn’t given you a specific assignment, try to fulfill the common Mission for all believers: to love, obey and serve God, until your direction is defined.

People often struggle with new challenges because of their distrust. They feel they don’t have the adequate ability, capacity or experience. Jeremiah thought that he was only “a boy,” too young and inexperienced to be the voice of God for the world. However, God promised Jeremiah He would be with him. He will always be with us. God does not prevent us from facing the storms of life, but He will help us. Moreover, He walks through these storms with us and delivers us.

Prayer: Loving Father, may we always trust in You forever, in the name of Jesus Christ. Amen.

Translation by Susan Metcalf Smith

 

Junio 24, martes

Celebración ID Coliseo

DEPOSITAR TODA NUESTRA CONFIANZA EN DIOS

Jeremias 1:4-10

Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado;  te había destinado a ser profeta de las naciones.

Jeremías 1:5

Dios nos conoció de la misma manera que a Jeremías, mucho antes de que naciéramos o incluso nos concibieran. Pensó en nosotros e hizo planes. Cuando nos sintamos descorazonados o que no somos dignos, recordemos que Dios siempre nos ha considerado valiosos y ha tenido en su mente un propósito para nosotros.

Cualquiera que sea el trabajo que usted haga, debe hacerlo para la gloria de Dios. Si Dios le da una tarea específica, acéptela con gozo y hágala con excelencia. Si Dios no le ha dado una asignación específica, procure cumplir la Misión común para todos los creyentes: amar, obedecer y servir a Dios, hasta que su dirección se defina.

A menudo la gente lucha con nuevos retos debido a su desconfianza. Sienten que no tienen la habilidad, capacidad o la experiencia adecuada. Jeremías pensó que era solo "un niño", demasiado joven e inexperto para ser el vocero de Dios para el mundo. Sin embargo, Dios le prometió estar con él. Siempre estará con nosotros. Dios no evita que nos enfrentemos a las tormentas de la vida, pero Él nos ayudará. Es más, camina por estas tormentas con nosotros y nos libra.

Oración: Padre amado, que nuestra confianza en ti permanezca para siempre, en el nombre de Jesucristo. Amén.